miércoles, 23 de julio de 2008

Crónica de la jornada, por Alberto Zerain

En la foto estamos con la expedición del Gasherbrum IV. Nos situamos de la siguiente manera (de izquierda a derecha):
Lina Quesada, Alberto Iñurrategui, Juan Vallejo, Alberto Zerain, Santiago Martín, Mikel Zabalza, José Carlos Tamayo, Ferran Latorre, Aitor Las Hayas, Diego Hernández


Hoy día 23 de julio, mientras desayunamos, vemos como se va oscureciendo el día y seguidamente los copos de nieve, golpean insistentemente la lona de la tienda.
Según el parte de Chamonix, hoy era un día bueno aunque con viento, ideal para una persona "muy fuerte" que quiere ir a cumbre, sin comentarios...
Nada más hemos visto que el día toma un cambio y por supuesto, a peor no podía ir, hemos salido hacia el campo base del Gasherbrum IV.
En dos horas hemos pasado por Concordia, desde donde hemos podido apreciar al G IV, aunque no en toda su dimensión. Hemos seguido el camino del GI y GII y justo en el punto donde tenemos que entrar hacia el Glaciar del G IV, vemos a Juan Vallejo esperándonos. Nos va guiando por un laberinto de hielo y piedras, hasta que hemos llegado al campamento base más alucinante que he visto. Un lugar desde donde se dominan glaciares y montañas espectaculares. Además, las grandes pedreras que cuelgan del encajonamiento donde discurre el glaciar del G IV, presentan unos matices que avivan un lugar aparentemente áspero y hostil.
Tras abrazar a todos los componentes del grupo (Juan Vallejo, José Carlos Tamayo, Alberto Iñurrategui, Mikel Zabalza y Ferrán Latorre) subimos por unas escaleras de piedra adornadas con macetas, rellenos de plantas de la zona. Lo que indica el lugar tan especial donde estamos que hasta algunas plantas tienen el derecho a florecer entre tanto caos de piedra y hielo. !qué casualidad¡ hemos llegado justo a la hora de comer, así que alrededor de la mesa, compartimos los manjares que nos ofrecen y que cuando el hambre aprieta, que es el caso, saben aún mejor. A pesar de estar todos condenados a la impotencia que la climatología adversa ocasiona, la risa y el buen ambiente imperan en la mesa. Ellos llevan ya 39 días de campo base y necesitan 3 de buen tiempo para rematar todo el trabajo que han desarrollado hasta montar el campo 3. Nosotros, llevamos 23 días y necesitamos 2 días buenos para rematar el ataque a cumbre. No ha habido tiempo de echar una partida de mus porque no queremos que se nos haga de noche al regresar a nuestro campo base. Tras despedirnos y desearnos suerte, somos de nuevo tragados por el glaciar y caminamos de vuelta con la compañía del viento y la nieve que vuelven a castigarnos...
Alberto Zerain

1 comentario:

Josuiru dijo...

Aupa Zeras! soy Patxuli

Espero k kon una buena alubiada y un buen vino puedas lograr la cima!

Animo y suerte kon el tiempo!