jueves, 24 de julio de 2008

Crónica de la jornada, por Lina Quesada

Los días pasan sin demasiadas novedades, pero aunque es difícil seguir manteniendo el buen ánimo, me atrevo a asegurar que lo estamos consiguiendo.
Imagináos, abrir vuestra tienda de campaña cada mañana y que os sorprenda otro día gris, nevando o lloviendo... se hace cuesta arriba, no se puede hacer casi nada, la imaginación se siente traicionada. Ayer disfrutamos con la visita a los amigos del Gasherbrum IV y esta mañana nos sorprende la visita de los compañeros mejicanos que nos traen buenas noticias: parece ser que la esperada "ventana de buen tiempo" va a llegar, como una ilusión, como una quimera, como lo más deseado en nuestro día a día, la noticia sobre el tiempo nos levanta la moral. Parece ser que va a mejorar desde el 29 de julio al 5 de agosto, pero que los días realmente buenos serán el 31, 1, 2 y 3. ¿debemos hacernos ilusiones? ¿será una previsión que realmente se cumplirá? esperemos.... ahora todos nuestros planes giran en torno a esa fecha. Cuando estuvimos aquí en el Gasherbrum II, la mayor parte del grupo hizo cumbre entre el 22 y el 24 de julio, y claro, pensábamos que las fechas a lo mejor coincidían, pero este año nos está haciendo esperar más.
Siendo así, tendríamos que hacer la bajada del campo base a prisa y corriendo, ya que tenemos de plazo hasta el día 2 de agosto para irnos, pero negociaremos una bajada rápida hacia Askole de 3 días contra reloj, para poder al menos, tentar la codiciada cima.

Es triste ver como van marchándose grupos, esta mañana se marcharon nuestros queridos compañeros iraníes que tan bien se han portado con nosotros cada vez que hemos necesitado la opinión de su doctor, con pena los vemos marchar, se les acabó el plazo y puede que hasta las ganas de estar aquí pasando frío día tras día y envueltos en las chaquetas y patucos de plumas.
También nos comentan que varias de las expediciones del K2 abandonan, ha nevado tanto que la montaña resulta casi inaccesible y aterradora, las avalanchas se suceden, de la huella abierta ya ni se sabe y la ruta se convierte en una trampa peligrosa.

Lo único que nos queda para amenizar la espera es seguir haciendo rutas cada día para no dejar que los músculos se duerman y recurrir a nuestra querida gastronomía nacional, intentando enseñar a nuestro cocinero a hacer un arroz con leche, ya que el arroz aquí no falta y una suculenta tortilla de patatas con cebollita, ya que la materia prima local es muy limitada. Dándole la vuelta a la tortilla, dejo a mis compañeros en la cocina mientras os mando un afectuoso saludo y abrazos desde el frío y gélido Karakorum, cruzad los dedos para que nos llegue el buen tiempo amigos.

Lina Quesada

1 comentario:

lokitas dijo...

Hola Santi, estamos "casi"todos en Trujillo y nos hemos acordado de que mañana es tu santo: muchisimas felicidades y besos, especialmente fuertes los de tu madre.
Esta año estamos todos entretenidisimos siguiendo las peripecias de la expedición. No hay dia que no leamos las cronicas. Ojala tengais suerte con el tiempo.
besos.
Marta