INTENTO A CUMBRE EL PASADO 16 DE JULIO

INTENTO A CUMBRE EL PASADO 16 DE JULIO

El comienzo de la ascensión del Campo Base al Campo III se define cómo "una aventura dentro de la aventura".
Cada uno mide sus fuerzas con la montaña y a veces la montaña gana.
En este caso nuestra expedición queda más que satisfecha con el resultado.

Día 15 de Julio de 2008, las 16'00 horas: Aparece Miguel A. Pérez proponiendo un "todo o nada": "Hay 2 días de buen tiempo, 16 y 17, y o se intenta ir a cumbre en 2 días o no hay posibilidad hasta la próxima ventana de buen tiempo".
Ahí quedaba eso...
Las opiniones de cada uno se sucedieron, había 3 compañeros en el Campo II (Santi, Diego y Alfredo) y los otros 4 estaban en el Campo Base (Alberto, Aitor, Martín y Lina). O negarse o aceptar el reto, aceptar significaba subir de noche sin parar hasta el Campo III (7.100m.) y una vez allí descansar unas horas y subir a cumbre.
Los inconvenientes estaban claros: Alberto, Aitor y Lina, aún no habían dormido en el Campo III y desconocían cómo podía afectarles la altura.
Mientras tanto, a favor de la propuesta: Martín (viene de cumbre del GII con lo cual estaba muy bien aclimatado)
Resultado: 4 votos a favor.
Se unen a Miguel, el cual ya ha reclutado a Joao García, que además viene del Makalu muy bien aclimatado.
Comienzan la marcha Miguel, Joao y Aitor, quedándo en el Campo Base, Albelto, Martín y Lina, descansando, entre nervios y sopesando la decisión.
Tras una copiosa y abundante cena, arrancan su marcha Alberto, Martin y Lina. encontrando con facilidad los hitos por el glaciar de noche, se ponen los crampones, casco y arnés en el depósito a pie de vía y a subir.
Alberto no lleva ni arnés, no usa las cuerdas y sube con una velocidad y agilidad pasmosa por el hielo sin sentirse siquiera el ruido de las puntas de sus crampones, ni de su piolet, es pura técnica.
Martín, el cual viene del GII con un dedo del pie muy mal, no conoce ni la vía ni nada y sube por la pared sin encordarse en plena noche.
Lina mientras tanto piensa, "es la 4ª vez que subo por aquí y sigo teniéndole un respeto bestial a estas pendientes, ellos van levitando por el hielo sin esfuerzo, sin sentir el golpear del metal en el duro hielo",
Tras las primeras pendientes, una grandiosa avalancha en mitad del glaciar a sus espaldas. Paralizados y trepando en roca sin guantes, sacude una oleada de aire frío sacude y quedan blancos de pies a cabeza.
El paisaje merece parar a disfrutar de la noche, a la 1'00 de la madrugada del día 16 de Julio de 2008, la luna llena lo ilumina todo, Venus brilla majestuoso, Alberto espera a Lina y ambos miran hacia el K2, su próximo objetivo, una pirámide blanca que hace un nudo en el estómago de sólo imaginar poder estar allí arriba.
El momento más duro fue el amanecer, a las 5'00 de la madrugada, muchísimo frío no sienten los pies, desde las 12'00 de la noche sin descansar, toca un sorbo de té, unas chocolatinas, y aún faltan 2 horas para llegar al Campo II.
La llegada al Campo II fue a las 8'00 horas. Todos en una minitienda cómo sardinas en lata, se abrigan a esperar al sol. Sobre las 10'00 se va Alfredo, junto con Santi y Diego, que suben a montar otra minitienda en el Campo III y Aitor, Alberto y Lina, se quedan fundiendo nieve para llenar sus botellas y termos.
Martín sube ya con Joao y Miguel porque ellos ya tienen una tienda en el Campo III.
Alberto, Aitor y Lina, salen más tarde, a las 13'00 h. porque no saben si podrán descansar en el Campo III, prefieren subir ya comidos, bebidos y descansados "por lo que pueda pasar".
Llegan al Campo III sobre las 17'00 h. y comienza la rutina, coger nieve, fundir nieve, llenar botellas y descansar un rato. Tres personas, con 2 sacos, pies metidos en guantes, manos metidas en los bolsillos de los monos de plumas, cabezas cubiertas con dos gorros.... y un frío tenaz, atroz!!
Aitor y Lina, comunican a Alberto que no van para cima, que el frío ha entumecido sus pies, no creen que vayan a ser útiles en la labor de abrir huella.
Alberto, una "locomotora humana" decide que saldrá ya de día para no lesionarse los pies.
El resto de las "máquinas", Martín, Joao, Miguel, Babanov y otros rusos, salen sobre las 3'00 del día 17 de julio de 2008. A las 7'30 h. sale Alberto, en un par de horas coge al grupo que salió a las 3.30 h.
Aitor y Lina observan desde al Campo III 7 figuras avanzar lentamente.
Todo es sombra y frío.
Aitor y Lina duermen hasta las 9'00 h. y ya con los pies calientes se ponen las rígidas y heladas botas para salir de la tienda y comenzar la bajada al Campo Base.
Los dos, piensan que dentro de una semana tal vez, sean ellos los que estén allí, intentandolo, sacando fuerzas de donde apenas queden.
Llevan desde la cena del día 15 de Julio comiendo nieve fundida y barritas.
A las 10'00 salen del Campo III, Aitor y Lina, junto con Santi, Diego y Alfredo, dirección hacia el el Campo II, comienza a dar el sol y de pronto aparece Alberto, el cual se dió la vuelta por un dolor de cabeza. La bajada fue de cuento de terror, una auténtica bolera. Piedras que caen por todos lados, golpes que ni el casco ni una cabeza de cemento podrían evitar.

Los días pasan y el plazo se va agotando. En esta montaña que tantos consideran fácil, no encuentran su accesibilidad.
Este año no hay una línea de cuerdas fijas montada como el año pasado, lo cual daba seguridad y facilidad.
Este año hay algún que otro cordino mal instalado, pero hay pendientes y medias laderas heladas con una caída de 2.000m que dan vuelcos en el corazón.
Los primeros 1000m. de subida hay hielo malo y piedras sueltas y en cambio desde el Campo III al Collado (7.600m.) es nieve tan profunda que ningún grupo numeroso se había atrevido a abrir huella de lo trabajoso que es.
Se acaban los días y ´siguen allí, tienen delante la montaña, y ahora sólo tienen que esperar ain miedo para subirla y disfrutarla.
Ayer, cuando bajában Alberto, Aitor y Lina, vieron bajo sus pies, a alguien volando en parapente y pensaron ... "Igual, no estamos locos, hay otros más locos que nosotros!!"